Una pareja que son muy allegados a nosotros lograron hacer su sueño realidad:compraron su casita. El hombre no le gustaba mucho endeudarse, por eso estaba un poco renuente a comprar la casa. Sin embargo, la esposa estaba obsecionada con tener su propia casa. Ella insistió tanto que convenció al marido y a la final compraron la casa.
Al principio de la compra, ambos se sentían realizados y felices. Ya no eran inquilinos. Vivian más amplios, contaban con más espacio. La cocina era grande, la sala y los dormitorios también. El patio era grande y tenia piscina. ¡ Todo era maravilloso!
Todas las semanas las amistades y los familiares los visitaban. Las casas que tienen piscina son un imán que llaman gente. Y todos los felicitaban por su nueva adquisición. Ellos por su parte se sentían realizados: eran dueños de una casa.
En los primeros dos años ellos pagaban la casa religiosamente. Luego las cosas empezaron a complicarsele. La personas que vivian rentados se le mudaron. Ahora ellos tuvieron que buscar más dinero para pagar el morgues. Y la casa dúro cuatro meses vacía. También tuvo que cambiarle el techo a la casa, el cual es un gasto grande. A nuestro amigo también le cortaron el overtime en su trabjo.
De tal forma, que lo que antes era una gran felicidad, se convertió en una carga. Cuando llegaba el final de casa mes, se quedaban sin un centavo. Todo lo que ganaban se lo tragaba el pago de la casa. No podian comprarse ni una Pepsi Cola.
Al final, la compañia donde trabajaba se fue del estado y el tipo se quedó sin trabajo. Y como resultado ellos despertaron del sueño americano:perdieron la casa. El sueño se convirtió en pesadilla.
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