En mi trabajo a veces tengo que laborar en la zona donde hay puras mujeres. Pero cuando me toca termino el dia un poco perturbado. Y es que se pasan todo el santo dia hablando. No sé de dónde se inventan tanto temas para conversar sin parar.
Por mi parte les diré que me gusta hablar, pero no de esa forma tan desmedida. No me gusta hablar demasiado porque como dice la bilbia en la abundancia de palabra hay pecado. Cuando se habla demasiado se corre el peligro de caer en el chisme y la calumnia. Entre las conversaciones de mis compañeras de trabajo he escuchado cosas que ya caen en lo personal y privado de las personas.
Es muy difícil en una conversacion muy prolongada no caer en el chisme. Y entrometerse en la vida privada de los amigos familiares y compañeros de trabajo es muy común entre las mujeres que hablan demasiado. Pero parece que las mujeres vienen de fábrica con la necesidad de comunicarse, de hablar, de expresarse. ¡Senciillamente son asi!
En este sentido hay una gran diferencia entre el hombre y la mujer. Mientras la mujer cuando algo le preocupa, le inquieta o necesita desahogarse lo hace hablando. El hombre por el contrario cuando algo nos preocupa tendemos a callar y guardarnos el problema. A mi mismo me pasa y no sé por qué reacciono de esa manera. Y ciertamente que el hablar y conversar seria una forma de desahogarme y quitarme presión, pero en mi - y en muchos hombres - no es natural ser como las mujeres.
Entre los escritos que he leido sobre el tema, dicen que las mujeres tienden hablar demasiado por la forma en que está hecho su cerebro. Y hay que admitir que ellas dominan, manejan muy bien el idioma. Las mujeres son muy buenas describiendo o contando un suceso. Por ejemplo si alguien llama por teléfono a un hombre y le dice que su hermano está en el hospital, cuando la esposa le pregunta de que pasó; el hombre lo más que tiende a decir: mi hermano está hospitalizado. No obstante si es a la mujer que la llaman y el hombre le hace la misma pregunta, ella le hace la historia completa con todo lujo de detallles.
Y si que debe ser algo cerebral, porque las mujeres saben expresarse mejor, describir y detallar lo que están observando. Por eso es que cuando pasa algo en mi familia que desconozco, llamo a mi hermana, la cual me explica muy bien lo sucedido. De tal forma que el hablar demasiado tiene sus inconvenientes, pero también tiene sus ventajas. Pero prefiero no hablar demasiado, para no caer en el chisme, la calumnia y meterme en lo que no me importa.
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