Hay personas que les encanta entrar en debate. Por todo hacen una discusión. Quieren decir lo último de cualquier asunto. A veces discuten sin estar seguros. Y aún sabiendo que no cuentan con la razón, continúan porfiando.
¿Conoce a alguien asi? A veces son nuestros compañeros de trabajo, amigos o familiares. Ese tipo de personas rara vez dan la razón. Entre los temas más polémicos que les gustan discutir es la política y la religión.
Una de las cosas que más molestan es argumentar con una persona que no está segura de lo que está dicendo y que no tiene la razón. He ganado muchas discusiones, pero terminaba de mal humor, fruto del propio debate. Y muchas veces las discusiones eran sobre temas con poca o ninguna importancia.
Pero estoy en una etapa de mi vida, en la cual evito en lo posible complicarme la vida. Asi que ahora cuando alguien quiere debatir un tema, pues sencillamente lo dejo pasar. Una de las técnicas que uso para evitar esas situaciones es preguntarme:¿Qué deseo, ganar o ser feliz? Y obviamente escojo ser feliz, es decir, no entrar en debate sobre cosas sin importancia. Y ciertamente trabaja.
A los porfiados y obstinados hay que dejarlos con su creencia de que tienen la razón. No podemos cambiar al mundo ni halarnos los pelos para que se convenzan que el cielo no es rosado. Por lo tanto que quieren ustedes: ¿Ganar o ser felices?
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